El presente artículo ha sido desarrollado por una colaboración estratégica entre la ASOCIACIÓN COSTARRICENSE DE AGENCIAS DE CARGA, CONSOLIDADORES Y LOGISTICA INTERNACIONAL (ACACIA), STRATEGA y Revista STRATEGA.

La aeronáutica ha tenido una larga evolución desde el desarrollo de la primera cometa alrededor del siglo V, siendo el primer aparato volador, pasando por el globo aerostático, planeadores y el helicóptero hasta llegar a los aviones supersónicos y naves espaciales que se conocen hoy día.
En la actualidad, el transporte aéreo de mercancías es de suma importancia por diversas razones, dentro de las cuales se puede mencionar que es el medio más rápido para movilizar productos que se encuentran a grandes distancias de su destino, lo que es fundamental en el caso de mercancías perecederas o de aquellas cuya entrega es urgente (ejemplo de ello han sido los envíos de vacunas contra la COVID-19); además, este medio de transporte es la única posibilidad de acceso en ciertos lugares.
Asimismo, gracias al creciente uso del Internet y el incremento de usuarios del comercio electrónico, el transporte aéreo de mercancías se ha intensificado en los últimos años, esto por las grandes cantidades de bienes que deben movilizarse y que muchos de ellos son requeridos por los compradores a la mayor rapidez posible.
Y, si bien estas nuevas condiciones comerciales conllevan nuevos retos, los avances tecnológicos también proveen nuevas soluciones y oportunidades para el sector en cuestión. Al respecto, se detallarán a continuación algunas de las novedades tecnológicas que están siendo implementadas en las operaciones de transporte aéreo de mercancías.
En primer lugar se pueden mencionar la Inteligencia Artificial (IA), la Big Data y el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), a los cuales ya se ha hecho referencia en notas anteriores justamente porque son la base de la Industria 4.0 bajo la cual se circunscriben todas las esferas humanas en la actualidad.
De esas tres herramientas se deriva una amplia gama de posibilidades respecto a la manera en que operan las líneas aéreas de cargas y que aumentan la eficiencia del sector en cuestión. Un ejemplo de ello es que, actualmente, la industria aeronáutica ha ido implementando cada vez más un sistema de piloto automático parcial y no pasará mucho tiempo antes de que esa automatización abarque la cabina completa y que sea la misma IA la que se encargue de pilotar las aeronaves.
Lo anterior, aunado a sistemas de rastreo satelital cada vez más precisos, sistemas de planificación de rutas, así como a sistemas de gestión de tráfico aéreo, resultan en una reducción de costes para las empresas de aviación, el establecimiento de plazos de llega más exactos, una mayor seguridad y, también, precios de fletes internacionales más bajos.
Cabe destacar que ese tipo de sistemas, aparte de la IA, requieren de la capacidad de almacenamiento, procesamiento y análisis de datos que remite a la Big Data, así como es esencial para una mayor eficiencia, la interconexión entre diferentes dispositivos tecnológicos que supone el IoT.
De la misma manera, es importante resaltar el avance que se ha tenido en cuanto a la fabricación de los aviones, pues, como se indicó líneas atrás, en la actualidad se cuenta con aviones supersónicos, es decir, tal y como lo señala su nombre, éstos viajan más rápido que la velocidad del sonido. Aunque su fabricación había decaído considerablemente a causa de que los precios de los tiquetes era excesivo, un alto consumo de combustible y costes de mantenimiento muy altos, a mediados del año en curso la aerolínea estadounidense, United Airlines, hizo un anuncio sobre su intención de compra de 50 aviones supersónicos de la compañía, también estadounidense, Boom Supersonic, para uso comercial en 2029.
También, la industria está tratando de orientarse hacia el uso de energías verdes, donde el hidrógeno verde, combustible renovable cuya base corresponde al hidrógeno obtenido mediante electrólisis, podría desempeñar un papel importante en este sentido. Al igual que en el sector marítimo, existen propuestas para el desarrollo de aviones que funcionen completamente con combustible obtenido a través de fuentes sostenibles.
En relación a lo mencionado previamente, resulta importante hacer referencia a que, en cuanto al tema de la sostenibilidad, la industria del transporte aéreo no se ha quedado atrás en relación a los otros medios de transporte. Se destaca aquí, que el 04 de octubre del año 2021, en la 77a Asamblea General Anual de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional, conocida como IATA por sus siglas en inglés, se aprobó una resolución para conseguir cero emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) en 2050.
Esta resolución es parte del compromiso adquirido por dicha industria en concordancia con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura más allá de 1,5 °C. Para hacerse una idea del impacto ambiental que esto podría tener se debe recordar que la IATA representa a cerca de 290 líneas aéreas, las cuales constituyen un 82% del tráfico aéreo a nivel internacional.
Esta nueva meta de cero emisiones netas representa un gran desafío para la aviación, puesto que implica que la industria en cuestión debe adaptarse a la demanda en ascenso a la vez que reduce de manera progresiva sus emisiones de CO2. La IATA indica que se espera que para el 2050 alrededor de unas diez mil millones de personas hagan uso de este servicio, por lo cual deben reducirse al menos 1,8 gigatoneladas de carbono solo para ese año, esto sin contemplar las emisiones que podrían derivarse del transporte aéreo de mercancías. Asimismo, este compromiso implica que se reduzcan 21,2 gigatoneladas de carbono desde el 2021 hasta el 2050.
La estrategia para los años venideros será la sustitución de los combustibles que emplean los vehículos aéreos por combustibles sostenibles, el desarrollo de nuevas fuentes de energía que no emitan CO2, como la energía eléctrica o la del hidrógeno, la implementación de tecnología aeronáutica de última generación, así como operaciones e infraestructuras más eficientes. Además, se plantea que aquellas emisiones que no puedan ser eliminadas en su origen, serán eliminadas mediante otras alternativas como la captura y almacenamiento de carbono.
En ese sentido, conociendo la magnitud de este reto, se puede evidenciar la importancia de la participación de los diversos actores que se involucran en el sector de transporte aéreo, desde las compañías fabricantes de vehículos aéreos hasta los gobiernos; donde cada uno de esos actores deben asumir sus responsabilidades individuales sobre el impacto de sus acciones en relación a este sector y al medio ambiente.


Sharon Picado Villalobos
Agente de Inteligencia Comercial y Jefa de Operaciones en STRATEGA. Licda. en Administración Aduanera y Comercio Exterior de la Universidad de Costa Rica. Especialista en Inteligencia Comercial.
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