La robótica y la automatización son elementos clave en los procesos industriales y de producción. La automatización se refiere a la disminución total o parcial de la participación humana en actividades variadas, que van desde tareas básicas como la regulación de la temperatura en un horno, hasta procedimientos más sofisticados como la administración automatizada de unidades químicas o bancarias (García Moreno, s.f).
Según Hernández Vela (2019), robotizar implica “la transformación de la mano de obra humana hacia una máquina, la cual realiza actos complejos de forma automática y repetitiva” , lo que incrementa la productividad y la precisión. En el proceso de fabricación, esta tecnología mejora la fabricación de mercancías, ajustándose al tipo de producto, capacidad necesaria y otros elementos económicos y operativos. Su utilización puede ser completa o selectiva, teniendo en cuenta los costos iniciales, competencias del personal y requerimientos particulares, con el objetivo de optimizar la eficiencia y la rentabilidad en las operaciones.
La automatización es un factor importante en la mejora de los procesos industriales, ya que incrementa la eficiencia, la estabilidad y la calidad de las operaciones. La experiencia evidencia que la automatización posibilita disminuir pérdidas, potenciar la repetibilidad de los procesos e incrementar la continuidad de la producción, incluso en días sin trabajo. Además, reduce la carga de trabajo físico reiterado y proporciona una relación positiva entre el costo y el beneficio. Estos progresos no solo incrementan la eficiencia productiva, sino que también sitúan a las industrias para enfrentar un mercado mundial cada vez más riguroso (Córdoba Nieto, 2006).
La automatización es un elemento importante para optimizar los procesos industriales, ya que aumenta la eficacia, la estabilidad y la calidad de las actividades. La experiencia evidencia que la automatización posibilita disminuir pérdidas, potenciar la repetibilidad de los procesos y potenciar la continuidad de la producción, incluso en días no laborales. Además, reduce la carga de trabajo físico reiterado y proporciona una relación positiva entre el costo y el beneficio. Estos progresos no solo incrementan la eficiencia productiva, sino que también sitúan a las industrias para enfrentar un mercado mundial cada vez más exigente. (Córdoba Nieto, 2006).

Ahora bien, China se ha establecido como el mayor mercado mundial de robots industriales, con 783,000 unidades instaladas hasta 2019, superando el doble de lo alcanzado en 2014. Este rápido progreso demuestra su interés en automatizar sectores fundamentales, superando a Europa y América en términos de número de instalaciones. Sin embargo, la proporción de robots en relación con el número de empleados continúa siendo baja, lo que muestra un considerable potencial de crecimiento. (Morales Estay, 2021)
Por otro lado, Vietnam se está transformando en un centro principal para la automatización y robótica en Asia, atrayendo un porcentaje considerable de inversiones extranjeras en el sector de la manufactura y electrónica. A lo largo de 2015 y 2020, obtuvo más de 376 mil millones de dólares de Corea del Sur y Japón, con compañías como Samsung, Intel y LG Electronics ya que comenzaron negocios en el país. Este incremento en el desarrollo es causado por las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos y también a raíz de las restricciones que tuvo China durante el impacto de la pandemia, lo que impulsó a las compañías tecnológicas a diversificar sus cadenas de abastecimiento (Valdeolmillos, 2022). Hoy en día, Vietnam cuenta con 335 parques industriales y está llevando a cabo iniciativas como "Make in Vietnam", que están dirigidas a la producción inteligente y a las tecnologías avanzadas. No obstante, el país se topa con dificultades dado que es necesario que sus compañías, ya sean pequeñas o medianas, se concentren en modernizar su tecnología. No obstante, Vietnam progresa velozmente hacia la integración en la cadena de suministro global, captando la atención de compañías como FOXCONN, Nike y Boeing, y sobresaliendo en el sector tecnológico global (Lan, 2022).
IMPACTOS EN LA INDUSTRIA Y LA COMPETITIVIDAD
La automatización y la robótica han revolucionado de manera notable el sector de la manufactura, aumentando la eficacia y la competitividad de las compañías. Al incorporar tecnologías de innovación, las empresas pueden disminuir los gastos operativos y potenciar la productividad al eliminar labores monótonas susceptibles a fallos, lo que les facilita ajustarse con rapidez a las variaciones del mercado. No obstante, estos progresos también presentan retos económicos, tales como la inversión inicial en tecnología y la exigencia de formación continua de los trabajadores. Adicionalmente, la automatización provoca preocupaciones respecto a su efecto en el empleo, dado que podría sustituir algunas posiciones mientras genera otras vinculadas a la supervisión y conservación de sistemas automatizados. (Redacción Realidad Económica, 2024).

La automatización, pilar principal de la cuarta revolución industrial, ha transformado la competitividad en el mundo al fomentar la eficiencia productiva de las compañías que implementan tecnologías de vanguardia como la robótica y la inteligencia artificial. Estos progresos no solo incrementan la eficacia en las operaciones, sino que también posibilitan que las empresas se mantengan competitivas en un mercado que cambia continuamente, pero aquellas que no puedan automatizar sus procesos están en peligro de ser desplazadas. En este escenario, impulsar el desarrollo económico sostenible y coordinar acciones entre entidades públicas y privadas es importante para optimizar las ventajas de la automatización y preservar la resistencia económica a escala regional. (Monge González, 2024).
Estos avances están transformando la industria mundial, especialmente en Asia, al impulsar la eficiencia productiva y la competitividad. Compañías destacadas como Alibaba y Baidu han incorporado tecnologías modernas, desde la inteligencia artificial hasta el comercio digital, revolucionando áreas como la manufactura, el transporte y las finanzas. Esta implementación de tecnología no solo potencia la eficacia en las operaciones, sino que también motiva a las economías a progresar más allá de la producción intensiva en trabajadores. Sin embargo, las ventajas no son homogéneas: mientras que ciertas áreas viven un rápido crecimiento, otras se topan con obstáculos debido al posible traslado de la producción y la competencia digital en aumento. Esta transición requiere estrategias conjuntas que engloben políticas gubernamentales, inversiones en recursos humanos y colaboración a nivel global para maximizar las oportunidades de la automatización (Saadi Sedik, 2018).
FUTURO LABORAL
El programa "Made in China 2025" (MIC 2025) se puso en marcha en 2015 por el primer ministro Li Keqiang, con el propósito de actualizar la industria china en diez áreas clave, tales como la robótica, aparatos médicos, transporte de alta tecnología, equipos para aeronaves y los vehículos energéticos recientes, con la meta de establecer al país como líder mundial en industrias de alta tecnificación. El MIC 2025 también busca potenciar la producción local a través de la incorporación de tecnologías de vanguardia como sensores inalámbricos y robótica, disminuyendo la dependencia de las importaciones extranjeras y fortaleciendo a las compañías chinas como rivales en el mercado mundial. (ISDP, 2018).
En el campo de la robótica, de acuerdo con Morales Estay (2020), China todavía enfrenta retos vinculados a la fabricación de robots. Para alcanzar su objetivo de producción local de al menos el 70% de estos robots, es necesario que sus empresas se ubiquen en la élite del mercado global. Además, el país tiene que incrementar los criterios de calidad para alcanzar los objetivos establecidos en el MIC 2025.

En contraste, en Vietnam, la automatización ha jugado un rol importante en la modernización industrial y en la transición hacia la inteligencia artificial (IA) durante los últimos años. Le D. (2024) argumenta que este fenómeno ha revolucionado áreas como la producción, la electrónica y la logística, incrementando la eficiencia y la productividad. Durante 2019 y 2021, cerca del 10% de las compañías vietnamitas implementaron procesos automatizados, lo que propició el crecimiento de su sector de robótica. Además, la implementación de tecnologías 4.0 y la implementación de soluciones basadas en Inteligencia Artificial han favorecido la especialización en competencias técnicas, no obstante, esto también ha provocado cambios en los trabajos convencionales. Pese a los retos, Vietnam se encuentra en una situación ventajosa gracias a su bajo costo de producción, estímulos gubernamentales y un sector digital en crecimiento.
La automatización y la inteligencia artificial, esenciales para el progreso de estos ámbitos estratégicos, no están exentas de retos en lo que respecta a la ocupación laboral. De acuerdo con Granados Ferreira (2023), la automatización tiene el potencial de incrementar la eficiencia y productividad en las entidades, sin embargo, también conlleva riesgos como la pérdida de puestos de trabajo, retos éticos y trastornos de salud mental asociados al desempleo y la ansiedad en el trabajo. Por esta razón, es necesario llevar a cabo una transición tecnológica responsable que tenga como protagonistas a los empleados, respetando sus derechos humanos fundamentales y asegurando su estabilidad en el trabajo.
Además, Kristalina Georgieva (2024) señala que la automatización impactará principalmente en sectores con gran exposición a labores cotidianas, como la manufactura y el transporte, donde se anticipa una significativa reducción de puestos de trabajo. En contraste, de acuerdo con Fernández-Oliva Luque (2023), este proceso ha provocado un cambio de empleo, ya que los empleados, en particular aquellos con capacidades limitadas, están siendo sustituidos por robots que llevan a cabo labores repetitivas o cotidianas con mayor eficacia y menor gasto. No obstante, esta transformación no solo implica la desaparición de puestos de trabajo, sino también un cambio en las competencias. Las compañías están destinando recursos en programas de capacitación para potenciar habilidades humanas como la creatividad y la inteligencia emocional, con el objetivo de aportar a la creciente automatización en el ambiente de trabajo.
La globalización ha llevado a un aumento en la demanda de productividad, lo que ha incentivado la adopción de tecnologías avanzadas en estas áreas. Janine Berg (2024) destaca que, aunque la automatización ha aumentado la eficiencia, también ha reducido la necesidad de trabajo manual, dejando a muchos trabajadores vulnerables, principalmente a mujeres, que representan una gran parte de la fuerza laboral en estos sectores. Las consecuencias incluyen desempleo y una menor capacidad de los trabajadores para acceder a empleos de calidad, lo que resalta la importancia de implementar políticas proactivas que suavicen los efectos negativos del desempleo tecnológico.
Por otro lado, la automatización y la robótica no solo afecta al trabajo de manera negativa, sino que también abre nuevas oportunidades laborales en diferentes sectores. Según la Organización Internacional del Trabajo (2020), el aumento en la productividad que es generado por la automatización, impulsa la economía e incrementa la demanda de nueva mano de obra en trabajos no automatizados y generando nuevas oportunidades laborales en la creación y el desarrollo de tecnologías avanzadas.
Además, como señala Manyika et al. (2017), el incremento del gasto en productos y servicios tecnológicos, tanto por consumidores como por empresas, hace que se cree una alta demanda de profesionales en tecnología de la información, desarrolladores de software, analistas de sistemas y técnicos electrónicos, profesionales en ciberseguridad, entre otros. Por lo tanto, economías emergentes como lo son China y Vietnam que están promoviendo un crecimiento en la automatización, digitalización y uso de robots, donde si bien es cierto, esta desplaza algunos trabajos, también crea nuevos empleos tecnológicos. Así las cosas, la automatización no solo configura el mercado laboral, sino que también promueve una transformación hacia una economía basada en el conocimiento, incentivando el desarrollo de nuevas competencias y profesiones.
La mano de obra china ha evidenciado una notable capacidad para lograr ajustarse a los retos planteados por la automatización y la robótica, mediante reformas en la formación técnica y profesional. Las acciones de actualización en entidades como las Escuelas Técnicas Superiores de Guangdong en China han facilitado la modernización de los programas académicos, enfocándose principalmente en habilidades prácticas y modelos de enseñanza orientados a los alumnos, lo que ha provocado un incremento notable en las tasas de empleo de sus graduados (Banco Mundial, 2013). Igualmente, con la ayuda de la OIT, se han establecido sistemas avanzados de educación dual que fusionan la capacitación corporativa con programas de enseñanza, adaptándose a las necesidades de producción y fomentando la sostenibilidad de los negocios. Esto abarca el desarrollo de habilidades técnicas y transversales, tales como habilidades digitales y sociales, estas capacidades son importantes para que los empleados puedan desempeñar roles más complejos en un ambiente de trabajo en permanente cambio. (OIT, 2021).
Asimismo, la adaptación de la mano de obra de Vietnam ante los avances en automatización y robótica ha necesitado de una transformación, la cual es impulsada tanto por las políticas gubernamentales como por la innovación educativa.De acuerdo con VietnamPlus, el efecto de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) está desplazando puestos de trabajo en sectores tradicionalmente gobernados por trabajadores no calificados, lo que requiere que los empleados adquieran competencias tecnológicas avanzadas para preservar su competitividad en la era digital. Esto ha impulsado al país a dar prioridad a la educación tecnológica y a la cooperación con plataformas de enseñanza virtual (Mega Story, 2024). En cambio, en este escenario, las autoridades de Vietnam también han destacado la relevancia de la educación y la capacitación. Durante un evento reciente, se destacó que la innovación en educación es importante para mejorar la calidad del capital humano y promover el desarrollo económico sostenible, el cual se centra en desarrollar habilidades prácticas y adaptarse a las demandas del mercado laboral, especialmente en industrias tecnológicas emergentes (Thanh Nien, 2024).
EN RESUMEN…
La automatización y la robótica han revolucionado de manera significativa la industria de manufactura y la competitividad mundial, brindando a las compañías la habilidad de incrementar su eficacia operacional y ajustarse con rapidez a un mercado que cambia continuamente. Estas tecnologías han propulsado áreas esenciales, desde la producción hasta las finanzas, fortaleciendo la posición de las economías que consideran la automatización como un elemento esencial de la cuarta revolución industrial.
La automatización y la robótica constituyen tanto una posibilidad como un reto para la industria de manufactura de Asia. Aunque incrementan la eficiencia, disminuyen gastos y generan nuevas posibilidades de empleo en áreas tecnológicas, también provocan conflictos sociales debido al traslado de trabajos tradicionales. China y Vietnam han abordado estos desafíos a través de estrategias nacionales e inversiones en capacitación técnica y digitalización, estableciéndose como líderes en la transición hacia economías fundamentadas en la destreza. El secreto del triunfo reside en balancear los progresos tecnológicos con políticas inclusivas que disminuyan el impacto social, estimulen la educación y promuevan una incorporación sostenible de la mano de obra en este nuevo escenario industrial.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- https://gc.scalahed.com/recursos/files/r161r/w24784w/Manufactura%20Ingenieria%20 y%20Tecnologia%205ed%20Kalpakjian-1175-1221.pdf#page7
- Banco Mundial. (2013). China: Mejorar la educación técnica y profesional.https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2013/05/06/china-improving-technicaland-vocational-education
- Berg, J. (2024). Minimizando los efectos negativos del desempleo tecnológico inducido por la IA. OIT. https://www.ilo.org/es/resource/article/minimizando-los-efectos-negativos-del-desempl eo-tecnologico-inducido-por-la
- Bosco Fernández-Oliva Luque, I. (2023). El futuro del trabajo y la automatización. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad Complutense de Madrid. https://repositorio.comillas.edu/rest/bitstreams/619163/retrieve
- Córdoba Nieto, E. (2006). Manufactura y automatización.https://www.redalyc.org/pdf/643/64326315.pdf
- Fernández-Oliva Luque, I. (2023, marzo). El futuro del trabajo y la automatización. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad Complutense de Madrid. https://repositorio.comillas.edu/rest/bitstreams/619163/retrieve#page34
- García Moreno, E. Automatización de procesos industriales. Robótica y automática. Universitat Politècnica de València.https://gdocu.upv.es/alfresco/service/api/node/content/workspace/SpacesStore/ba85b78
SOBRE LOS AUTORES
- Génesis Esquivel Araya: estudiante de grado y graduada del diplomado y bachillerato de la carrera de Administración Aduanera y Comercio Exterior (UCR) (genesis.esquivel@ucr.ac.cr)

Equipo Estratega
¡STRATEGA! Redefiniendo el comercio internacional. Empresa especialista en geoestrategia comercial e inteligencia de mercados.
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