El presente artículo ha sido desarrollado por una colaboración estratégica entre la ASOCIACIÓN COSTARRICENSE DE AGENCIAS DE CARGA, CONSOLIDADORES Y LOGISTICA INTERNACIONAL (ACACIA), STRATEGA y Revista STRATEGA.

El transporte internacional de mercancías peligrosas es un tema delicado para cualquier país, ya que se trata de productos que podrían amenazar con causar daños no solo a la salud y seguridad de sus habitantes sino también a la de la flora y fauna del mismo. Por ello, la movilización de este tipo de bienes debe darse bajo el máximo cuidado, siempre velando por el cumplimiento de las normas internacionales que regulan su manipulación, envasado, embalado, etiquetado y, finalmente, su transporte.
Se consideran dentro de este tipo de mercancías todas aquellas que, ya sea durante su producción, manipulación, almacenamiento, trasporte y uso, desprendan gases, vapores, humos o fibras perjudiciales con las cuales puedan intoxicar, infectar, corroer, o bien, inflamarse o explotar.
De acuerdo con su naturaleza, pueden clasificarse en diversos grupos; la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconocer nueve clases de productos peligrosos, dichas clases corresponden a:
- Explosivos
- Gases
- Líquidos inflamables
- Explosivos
- Sólidos inflamables; sustancias de combustión espontánea; sustancias que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables
- Sustancias comburentes y peróxidos orgánicos
- Sustancias tóxicas y sustancias infecciosas
- Materiales radiactivos
- Sustancias corrosivas
- Sustancias y objetos peligrosos varios, incluidas las sustancias peligrosas para el medio ambiente

Ahora bien, en el marco internacional existen diversas normas, e incluso organizaciones, que regulan el trato que debe darse a mercancías peligrosas en los distintos modos de transporte.
Sobre esa línea, la ONU ha emitido las Recomendaciones relativas al Transporte de Mercancías Peligrosas, estas recomendaciones se constituyen en una reglamentación modelo para gobiernos u organizaciones internacionales que regulen el transporte de mercancías peligrosas; este, por ejemplo, es el caso de Costa Rica, donde se ha tomado dicho texto como base para algunos aspectos del Reglamento para el Transporte Terrestre de Productos Peligrosos, Decreto Ejecutivo No. 24715 de 1995.
Además, se destaca de esas Recomendaciones la clasificación de los productos peligrosos, indicada líneas atrás, y los números ONU, los cuales consisten en números de cuatro dígitos empleados para identificar sustancias o materiales peligrosos en el transporte internacional, existen números ONU que designan a un producto en específico y otros que son colectivos para productos que comparten similitudes.
Por su parte, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) generó el Reglamento para el Transporte Seguro de Materiales Radiactivos con el cual busca facilitar la tarea de los Gobiernos y organismos reguladores de velar por que los materiales nucleares y las fuentes de radiación se utilicen con fines beneficiosos y de manera segura y ética.
El Reglamento destina su sección V a los requisitos y controles para el transporte, y su sección VI a los requisitos relativos a los materiales radiactivos y a los embalajes y bultos; secciones que, como se puede aprecia, resultan relevante para el transporte internacional de las mercancías. Al igual que las Recomendaciones de la ONU, el Reglamento sirve como guía para la legislación nacional de los países.
En lo que se refiere al transporte marítimo, la Organización Marítima Internacional (OMI) elaboró el Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas, conocido como Código IMDG por sus siglas en inglés. Mediante este Código, la OMI recopila todas las disposiciones vigentes que regulan el transporte marítimo de productos peligrosos, con el objetivo de proteger tanto a las tripulaciones como al medio marino de contaminación.
Cabe destacar que el Código IMDG hace uso de las clasificaciones de mercancías peligrosas de la ONU, así como de los números ONU, y, además, indica desde cómo deben ir envasada, embaladas y etiquetadas las mercancías y cómo deben estibarse en las embarcaciones, hasta una guía acerca de cómo se debe actuar en caso de que se presente un accidente o situación de emergencia.
En relación al transporte aéreo de mercancías peligrosas, éste es regulado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el cual corresponde a un organismo especializado de la ONU. La OACI cuenta con su Anexo 18 sobre el Transporte sin riesgos de mercancías peligrosas por vía aérea y las Instrucciones Técnicas para el Transporte sin Riesgos de Mercancías Peligrosas por Vía Aérea, éstas últimas consisten en una serie de normas acordadas a nivel internacional que rigen los requisitos para el transporte aéreo del tipo de mercancía en cuestión.
Del mismo modo, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, conocida como IATA por sus siglas en inglés, anualmente hace pública su Reglamentación sobre Mercancías Peligrosas, misma que es de acatamiento obligatorio para los miembros de la IATA. Se debe mencionar que ésta cumple con las normas legales que establecen las Instrucciones Técnicas de la OACI; no obstante, posee ciertas diferencias a raíz de consideraciones operacionales más restrictivas que las de la OACI.
La regulación sobre la manipulación y el transporte de mercancías peligrosas sobresale, por ejemplo, en el marco de la Unión Europea donde se tienen el Acuerdo Europeo sobre Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera (ADR), el Acuerdo Europeo sobre Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Vías Navegables Interiores (ADN) y el Reglamento Internacional sobre el Transporte de Mercancías Peligrosas por Ferrocarril (RID).
Ahora, considerando lo descrito, queda en evidencia la importancia de este tema ya sea a nivel internacional como regional y nacional, pues, como se mencionó anteriormente, se trata de mercancías a las que, si no se les da la vigilancia debida o la manipulación adecuada, pueden poner en riesgo la salud o seguridad tanto de personas como del medio ambiente y los seres que lo componen.
Por último, resulta fundamental recordar lo relevante que es el conocer la naturaleza de la mercancía con la que se trate en una operación de transporte internacional, o bien nacional, de manera que se puedan tomar las precauciones necesarias y así evitar accidentes o poder estar preparado en caso de que se presente alguna emergencia.


Sharon Picado Villalobos
Agente de Inteligencia Comercial y Jefa de Operaciones en STRATEGA. Licda. en Administración Aduanera y Comercio Exterior de la Universidad de Costa Rica. Especialista en Inteligencia Comercial.
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